WIP recibe a Marina Ercole: donde la arquitectura deja de ser
estructura y se vuelve pulsión artística.

En WIP no creemos en los límites entre disciplinas: los tensionamos, los
rompemos, los volvemos a dibujar. Hay cruces que surgen del diálogo
entre mentes distintas; y hay otros que ocurren en cuerpos que ya son
territorio híbrido. Marina Ercole es eso: una artista que no diseña
espacios, sino experiencias; una arquitecta que no construye formas,
sino preguntas.

Su obra no se explica, se atraviesa.

Marina Ercole es una artista que en su práctica investiga la relación
entre estructuras frágiles y estructuras fuertes, sus contrastes y posibles
equilibrios.
Experimenta con distintos materiales para resaltar esas características y
utiliza recursos como la ironía o la ficción para acentuar los enunciados.
Le interesan las distribuciones en el espacio que plantean un cambio en
la manera de mirar.
Asimismo, le atrae todo aquello que deja sin libertad de movimiento o
capacidad de acción.
Inmersas en la cuestión material, estas reflexiones se traducen en obras
que proponen desplazar el sentido de los vínculos interpersonales, de
los vínculos del cuerpo con la arquitectura, con los objetos o con los
hábitos del mundo actual; pero fundamentalmente proponen repensar
cómo se modela o moldea la habitabilidad.